lunes, 15 de abril de 2013

Del libro Las Cinco Lecciones, el waggle según Ben Hogan



Lección 3. La primera parte del swing

El waggle

La conexión entre la colocación inicial y el arranque en sí es el waggle. Mientras un jugador mira hacia su objetivo y calcula el tipo de tiro que quiere realizar empieza a actuar el instinto: balancea el palo hacia atrás y hacia delante. Posiblemente porque la palabra waggle sugiere que cualquier oscilación sirve, muchos jugadores tienen la idea equivocada de que no importa cómo se balancea el palo. En otra palabras, creen que el único objetivo del waggle es el de soltarse para evitar estar tenso o rígido. El waggle sirve para mucho más que eso. Forma una parte tremendamente importante de la preparación del golpe. Lejos de ser sólo una serie de detalles, es un tipo de swing de prueba en miniatura, una preparación abreviada para el golpe que tenemos entre manos. Al iniciar el waggle el jugador se acostumbra a la línea que el palo trazará en su subida. Al balancear el palo hacia delante, lo ajusta para que la cara del palo vuelva a la pelota encuadrada y en la línea ideal.
Durante el waggle, mientras prepara el golpe e intenta enviar su imagen mental desde el cerebro a los músculos, el jugador realiza los pequeños ajustes necesarios para estar perfectamente equilibrado para pegar el golpe desde esa posición. Mientras se balancea, se prepara para el golpe. Los hombros no giran durante el waggle. Los pies hacen solo pequeños ajustes. Se mueven las manos y los brazos. Mientras balancean el palo, las manos y los brazos pasan su ritmo, su tempo de coordinación a las piernas y a los pies.  El tronco y los hombros detectan este ritmo suave de los brazos y los pies. El cuerpo entero, de hecho, se sincroniza al ritmo en el que todos los componentes trabajarán de forma conjunta durante el swing.
Si aprovechas al máximo la oportunidad que te brinda el waggle, puedes ensayar el swing que quieres realizar. Sé que a veces he estado tan concentrado en el golpe que he sentido que sería imposible fallarlo. En estas ocasiones tenía la sensación de que ya había dado el golpe antes de arrancar.



 En el waggle la mano izquierda es la que controla. La derecha trabaja conjuntamente con la izquierda. Cada vez que balanceas el palo hacia atrás, el codo derecho debe golpear la parte delantera de la cadera derecha, justo en el bolsillo. Cuando esto sucede, el codo izquierdo debe destacar ligeramente, la parte inferior del brazo desde el codo hacia abajo rota levemente y la mano izquierda se coloca unos 5 centímetros por delante de la pelota en dirección al objetivo. Mientras las manos vuelven hacia la pelota, durante el balanceo hacia delante, la mano izquierda también se mueve unos centímetros por delante de la pelota, hacia el objetivo.
Durante el waggle la parte superior de los brazos se mantiene enganchada al pecho. Como comentamos anteriormente los hombros no deben girar.
Cuando un buen jugador realiza el waggle, al ojo desentrenado le parecerá simplemente que está intentando calmar los nervios o que busca una posición más segura para los pies. Sin embargo, como ya he explicado, está haciendo algo mucho más importante. Se está ajustando al golpe, estableciendo al mismo tiempo su coordinación. En efecto, está pasando lista instintivamente a todos los componentes del cuerpo que después necesitará, poniéndolos en alerta y recordándoles los movimientos que harán durante el swing.
El ritmo del waggle varía  en función del golpe que va a realizar. No moldees tu “waggle”. Se requiere instinto para planear y ejecutar un golpe y tu preparación para cada golpe debe realizarse de forma instintiva.  Digamos, por ejemplo, que estás a 130 yardas de un green algo elevado. Has decidido que quieres que la pelota vuele muy alta con una trayectoria muy empinada y has elegido el hierro 7. Quieres tirar con autoridad, lógicamente, pero buscas a la vez un golpe que aterrice suavemente en el green. Entonces harás un waggle lento y suave. Este es el tempo que utilizarás para la ejecución del golpe, por supuesto. Digamos, en cambio, que necesitas un golpe de salida bajo contra el viento en un hoyo donde la distancia es un imperativo para llegar en dos golpes al green. Para este golpe, el waggle será mucho más rápido, con más convicción y así harás el swing. El waggle, en otras palabras, se corresponde con el golpe que tiene el jugador entre manos.


El waggle proporciona al jugador una plataforma sólida para el inicio del swing. Se combina con el ritmo del swing. En líneas generales, la subida es simplemente una extensión de la forma de ejecutar el waggle hacia atrás. El palo sigue la misma línea y la misma velocidad fijada por el waggle. Sin embargo, existe una diferencia importante entre el waggle y la subida que debe quedar clara. Durante el waggle los hombros no giran. En el swing lo hacen desde el principio de la subida. La subida, de hecho, está iniciada por un movimiento casi simultáneo de manos, brazos y hombros. La introducción de los hombros no altera las sensaciones establecidas por el waggle. Al girar los hombros, simplemente aumentas el arco de tu waggle.






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