Lección 3. La primera parte del
swing
El waggle
La conexión entre la
colocación inicial y el arranque en sí es el waggle. Mientras un jugador mira hacia su
objetivo y calcula el tipo de tiro que quiere realizar empieza a actuar el
instinto: balancea el palo hacia atrás y hacia delante. Posiblemente porque la
palabra waggle sugiere que cualquier
oscilación sirve, muchos jugadores tienen la idea equivocada de que no importa
cómo se balancea el palo. En otra palabras, creen que el único objetivo del waggle es el de soltarse para evitar
estar tenso o rígido. El waggle sirve
para mucho más que eso. Forma una parte tremendamente importante de la
preparación del golpe. Lejos de ser sólo
una serie de detalles, es un tipo de swing de prueba en miniatura, una
preparación abreviada para el golpe que tenemos entre manos. Al iniciar el waggle el jugador se acostumbra a la
línea que el palo trazará en su subida. Al balancear el palo hacia delante, lo
ajusta para que la cara del palo vuelva a la pelota encuadrada y en la línea
ideal.
Durante el waggle, mientras
prepara el golpe e intenta enviar su
imagen mental desde el cerebro a los músculos, el jugador realiza los
pequeños ajustes necesarios para estar perfectamente equilibrado para pegar el
golpe desde esa posición. Mientras se balancea, se prepara para el golpe. Los
hombros no giran durante el waggle.
Los pies hacen solo pequeños ajustes. Se mueven las manos y los brazos. Mientras balancean el palo, las manos y los
brazos pasan su ritmo, su tempo de coordinación a las piernas y a los pies. El tronco y los hombros detectan este ritmo
suave de los brazos y los pies. El cuerpo entero, de hecho, se sincroniza al
ritmo en el que todos los componentes trabajarán de forma conjunta durante el
swing.
Si aprovechas al máximo la oportunidad que te brinda el waggle, puedes ensayar el swing que
quieres realizar. Sé que a veces he
estado tan concentrado en el golpe que he sentido que sería imposible fallarlo.
En estas ocasiones tenía la sensación de que ya había dado el golpe antes de
arrancar.
En el waggle la
mano izquierda es la que controla. La derecha trabaja conjuntamente con la
izquierda. Cada vez que balanceas el
palo hacia atrás, el codo derecho debe golpear la parte delantera de la cadera
derecha, justo en el bolsillo. Cuando esto sucede, el codo izquierdo debe
destacar ligeramente, la parte inferior del brazo desde el codo hacia abajo
rota levemente y la mano izquierda se coloca unos 5 centímetros por
delante de la pelota en dirección al objetivo. Mientras las manos vuelven hacia
la pelota, durante el balanceo hacia delante, la mano izquierda también se
mueve unos centímetros por delante de la pelota, hacia el objetivo.
Durante el waggle
la parte superior de los brazos se mantiene enganchada al pecho. Como
comentamos anteriormente los hombros no deben girar.
Cuando un buen jugador realiza el waggle, al ojo desentrenado le parecerá simplemente que está
intentando calmar los nervios o que busca una posición más segura para los
pies. Sin embargo, como ya he explicado, está haciendo algo mucho más
importante. Se está ajustando al golpe, estableciendo al mismo tiempo su
coordinación. En efecto, está pasando lista instintivamente a todos los
componentes del cuerpo que después necesitará, poniéndolos en alerta y
recordándoles los movimientos que harán durante el swing.
El ritmo del waggle
varía en función del golpe que va a
realizar. No moldees tu “waggle”. Se requiere instinto para
planear y ejecutar un golpe y tu preparación para cada golpe debe realizarse de
forma instintiva. Digamos, por
ejemplo, que estás a 130
yardas de un green algo elevado. Has decidido que
quieres que la pelota vuele muy alta con una trayectoria muy empinada y has
elegido el hierro 7. Quieres tirar con autoridad, lógicamente, pero buscas a la
vez un golpe que aterrice suavemente en el green. Entonces harás un waggle lento y suave. Este es el tempo
que utilizarás para la ejecución del golpe, por supuesto. Digamos, en cambio,
que necesitas un golpe de salida bajo contra el viento en un hoyo donde la
distancia es un imperativo para llegar en dos golpes al green. Para este golpe,
el waggle será mucho más rápido, con
más convicción y así harás el swing. El waggle,
en otras palabras, se corresponde con el golpe que tiene el jugador entre
manos.
El waggle proporciona
al jugador una plataforma sólida para el inicio del swing. Se combina con el
ritmo del swing. En líneas generales, la subida es simplemente una extensión de
la forma de ejecutar el waggle hacia
atrás. El palo sigue la misma línea y la misma velocidad fijada por el waggle. Sin embargo, existe una
diferencia importante entre el waggle y
la subida que debe quedar clara. Durante
el waggle los hombros no giran. En el
swing lo hacen desde el principio de la subida. La subida, de hecho, está
iniciada por un movimiento casi simultáneo de manos, brazos y hombros. La
introducción de los hombros no altera las sensaciones establecidas por el waggle. Al girar los hombros,
simplemente aumentas el arco de tu waggle.
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