Equilibrio: el fundamento más importante

Los grandes campeones de cualquier deporte tienen una cualidad en común: están en equilibrio. Es una cualidad maravillosa para observar, la habilidad para permanecer estables durante la acción.

La gracia de su forma y la facilidad en el movimiento nos llama la atención. La majestuosidad en el golf de Ben Hogan o Severiano Ballesteros son notables.









Hay armonía en sus movimientos, quietud. Están centrados. Desde ese centro generan un swing que en mi opinión se compara en su simplicidad y conexión en su secuencia con las danzas más asombrosas. No pienso que sea una exageración comparar un swing con una movimiento de danza.

Tanto un bailarín como un golfista son capaces de ir hasta el límite porque son concientes del borde que no pueden superar sin perder el equilibrio. El golfista que pueda sentir su swing como una danza será capaz de cambiar su foco. En lugar de ver la pelota y golpearla, se enfocará en su cuerpo y su swing: este es el lugar donde prestar atención vale la pena y suele ser productivo para el aprendizaje.

Equilibrio físico, mental y emocional
Por equilibrio no me refiero únicamente al tipo de estabilidad relacionada con el movimiento. El equilibrio que se necesita desarrollar para conseguir un swing de golf natural es un equilibrio de mente, cuerpo y emociones. Una teoría de swing basada en el equilibrio debe incorporar esta idea más abarcativa, y mostrar que es imposible lograr un swing coherente con desequilibrios en cualquiera de estas áreas.


Estas ideas son del libro "The Natural Golf Swing" de George Knudson, según Jack Nicklaus, "The man with the million dollar swing".