La preparación es una combinación de tres elementos importantes: la forma en que colocas tus manos en el palo (grip); la forma en que colocas tu cuerpo en relación con la bola y el palo (stance y postura), y la forma que colocas tu cuerpo y el palo en relación con el objetivo (alineación). Son igualmente vitales y su realización correcta te dan las mejores posibilidades de éxito.
Ciertamente, lo que invariablemente distingue a un buen jugador de uno malo son sus respectivas posiciones o stance. No se ve con frecuencia a un buen jugador con un stance malo o a un jugador malo con un stance bueno. Un buen jugador parece dinámico, atlético, relajado y listo para moverse. Por contraste un mal jugador a menudo parece desgarbado, poco atlético, tenso e inquieto.
No puedo poner énfasis en esto con fuerza suficiente. Un buen stance es el fundamento más importante en todo swing atlético. Incluso una ligera variación puede arruinar tus posibilidades de dar buenos golpes. El stance está diseñado para poner las distintas partes de tu cuerpo en un estado de equilibrio con el palo antes de empezar los movimientos. Cualquier movimiento del swing requiere un buen equilibrio.
No cabe la menor duda de que aún los mejores jugadores trabajan más en su stance que en cualquier otro aspecto de su swing. Saben que el camino más seguro hacia la consistencia pasa por una preparación disciplinada. Tal disciplina es importante. Es el mejor atributo que puedes tener cuando hay que colocarse a la bola.
Usa un espejo para ayudarte. El ver posiciones concretas, tanto como sentirlas, es tranquilizador. Entonces eres libre de hacer un buen swing y concentrarte en el objetivo.
Trabaja en tu grip, stance, postura y alineación durante unos minutos diarios y tu colocación será, con el tiempo, tan natural como respirar. Hay que tener paciencia, pero la recompensa es grande. Y lo bonito es que la preparación es una parte del juego en la que no hay problemas o tensiones causadas por tener que golpear la bola. Cualquiera puede tener una colocación atlética. No hay disculpa.
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